El pasado sábado 18 de Marzo, todos los jóvenes adventistas a nivel mundial estuvieron celebrando su día con diferentes programaciones especiales y trabajos para la comunidad. El departamento de jóvenes de nuestra iglesia, encabezado por su directora Vanessa Prato, también preparó un lindo programa que buscaba que cada joven y hermano tuviera “Un Encuentro con el creador”, y fue ese precisamente el nombre del sábado joven. Pero la fiesta espiritual no fue solo el sábado, ya que tuvimos media semana de oración juvenil, en donde cada noche, estuvimos aprendiendo sobre los encuentros que Samuel, Jacob, Pablo y Moisés, tuvieron con Dios. ¡Cuántas cosas aprendimos en esos poderosos encuentros!
El día sábado contamos con la presencia de Maritza Sanabria, una joven que ama a Dios y a la juventud adventista, ella nos acompañó desde la Iglesia de Everett MA. Maritza ha servido en el área juvenil desde hace algunos años, siendo coordinadora de área del Club de Conquistadores, y actualmente es directora de Conquistadores en su iglesia. Dios utilizó a Maritza para hablarle a cada muchacho y persona que se dio cita, sobre como nosotros también podemos encontrarnos con Dios, tal como lo hizo Moisés en el desierto frente aquella zarza ardiendo. Además, se recalcó de la necesidad de ese encuentro, sobre todo para aquellos jóvenes que han crecido en la Iglesia pero aún no han tenido ese encuentro con el Creador.
En horas de la tarde, la celebración continuó, ya que todos los jóvenes y hermanos, nos dirigimos a “Maefair Health Care Center” a cantar, orar y entregar un mensaje de esperanza a las personas que están allí recibiendo atención médica y también a las enfermeras y personal administrativo. Sin duda alguna, nos gozamos en el Señor participando de su obra. Hoy más que nunca nos sentimos muy agradecidos con Dios por cada uno de los jóvenes que conforman nuestra Iglesia, y oramos para que Dios continúe dirigiendo sus pasos.
“Con semejante ejército de obreros como el que nuestros jóvenes, bien preparados, podrían proveer, ¡cuán pronto se proclamaría a todo el mundo el mensaje de un Salvador crucificado, resucitado y próximo a venir!”
—La Educación, 271.
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