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Hasta aquí nos Ayudó Jehová: Historia de Renacer Stratford Spanish SDA

Hace 5 años y medio nuestro Dios decidió abrir una Iglesia en Stratford CT. En Febrero del 2018 comenzaron los trabajos en una pequeña sala de la casa del hermano Julio Salguero. Ocho personas fuimos escogidas por Dios para esta labor: Julio Salguero, Sonia Suárez, Ivelisse Victorino, Maggy Rodríguez, Silvia Vásquez, Miuler Vásquez, Francisca Rodríguez y Albert Prato. Dios colocó en la mente del Pr. Valery St-Natus, una idea que para su momento parecía una locura, abrir obra con personas que estaban recién bautizadas, y lideradas por un joven de 21 años.


Una cosa teníamos clara cuando salimos de la Iglesia de Bridgeport, no íbamos a regresar. Y esto representaba nuestro compromiso por la misión que Dios nos había encomendado, estábamos completamente convencidos de que Dios estaba con nosotros y que fue Él y no un pastor quien nos había llamado para esta obra. Como dice Pablo: “Dios no deja en vergüenza a los que confían en él” Romanos 10:11. No podíamos regresar porque Dios nos había prometido Stratford, esta era nuestra tierra prometida.


Lo primero que hicimos fue sentar las bases de la metodología que aplicaríamos para alcanzar esta ciudad. No inventamos nada nuevo, sólo seguimos el método de Cristo. Amar sinceramente a las personas, preocupándonos por sus necesidades, supliéndolas y mostrándoles el evangelio de la Cruz. Esto lo resumimos en dos palabras: Salvación y Servicio. Al tiempo esto se convirtió en nuestro eslogan, en el recordatorio de que no estábamos aquí para ser una Iglesia más, sino que estábamos aquí para se las manos de Cristo en medio de la comunidad.


Con el apoyo de los miembros, que para ese momento seguíamos siendo ocho, comenzamos nuestros trabajos en la comunidad. Regalamos flores, limpiamos calles, visitamos a los enfermos, pero sobre todo comimos; y es que comprendimos que la comida, debo decir, la buena comida, es una herramienta infalible en el evangelismo.

Por supuesto no todo fue fácil, no es fácil dejar la comodidad de una iglesia por sillas plásticas, que en muchas ocasiones eran ocupadas por las visitas y a nosotros nos tocaba estar parados toda la mañana. Recuerdo un sábado en dónde sólo estábamos tres personas reunidas, y cabe destacar que dos de ellas vivíamos en la misma casa dónde nos reuníamos. No les miento, hubo momento en donde dude y estoy seguro de que no fui el único. Sin embargo, aún en medio de nuestra incredulidad seguimos adelante, al punto en donde era imposible seguir reuniéndonos en aquella pequeña sala.


Y es en ese punto de la historia en donde Dios nuevamente nos dijo ¡Yo estoy con ustedes! Dios movió sus hilos y colocó en nuestro camino al hermano Armand Pérez, quién nos facilitó su edificio para que nos reuniéramos. Pasamos de una pequeña sala a un salón muy grande, claro ahora teníamos un problema, éramos muchos para la sala pero pocos para el salón nuevo. Dios actuó como actúa un Padre que le compra unos zapatos un poco grande a su hijo. Se los compra grande porque sabe que seguirá creciendo. Ahora teníamos una Misión: Crecer.


Y efectivamente Dios dio el crecimiento para su iglesia (1 Corintios 3:6), en diciembre del año 2019, con 27 miembros activos, fuimos organizados como compañía. Para ese momento Dios había traído personas maravillosas que estaban bendiciendo la Iglesia, muchos de ellos habían sido adventistas o algunos tenían meses sin congregarse, pero encontraron en la Iglesia la oportunidad de Renacer en el Señor.


Ya con muchos miembros recién bautizados era necesario trabajar en la capacitación y en el liderazgo de estos miembros. Se trazaron los planes y estaba todo listo para el despegue de la iglesia, pero el 14 de Marzo del 2020, cerramos la Iglesia, había llegado el Covid. En el 2020 muchas iglesias se vinieron abajo, pero para nosotros fue todo lo contrario, no ha habido hasta la fecha un año con mayor crecimiento que el 2020. Bautizamos, crecimos, capacitamos y a pesar de la distancia estábamos más unidos que nunca.


No les puedo mentir, no todo ha sido tan fácil y bonito como parece, ha habido momentos muy difíciles en donde pareciera que este barco se sumerge en aguas airadas de conflictos. Aunque amo a mi iglesia, debo admitir que no es perfecta, aquí también fallamos, y hemos tenido que aprender en medio del dolor y hemos tenido que corregir muchas cosas, y de aquí en adelante seguramente tendremos que pasar por muchas cosas más, pero iglesia, no podemos parar, sacudámonos el polvo y sigamos adelante, porque el cielo es la meta.


Recuerdan cuando les dije que pasamos de una pequeña sala a un salón grande, pues Dios nos bendijo tanto que el salón grande ya era muy pequeño para nosotros. Oramos y oramos pidiéndole un nuevo lugar a donde mudarnos, y Dios respondió, hoy estamos reunidos en la respuesta a nuestras oraciones, esta hermosa iglesia. Pastor David, thank you very much for opening the doors of your church to welcome us.

La Iglesia Renacer Stratford es la clara evidencia que Dios es soberano, poderoso y que a pesar de nosotros Él puede hacer grandes cosas en su Iglesia. Y es que no se trata de personas que hicieron un buen trabajo para que hoy seamos iglesia, se trata de un Dios que se movió en medio de las personas, las llenó de su Gloria y su Poder y es por eso que hoy estamos aquí.


Sin embargo, debo reconocer el trabajo maravilloso que hace cada hermano en esta iglesia, son un equipo incansable, lleno de tanto amor por la causa y sobre todo comprometido con la misión. Es un verdadero privilegio trabajar al lado de cada uno de ustedes. Gracias Pastor Valery por todo lo que has invertido en esta Iglesia.


Hoy nuestra Iglesia es una comunidad de fe conformada por niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Los niños son la alegría de nuestra iglesia, nuestro gran tesoro y es por eso que hemos invertido mucho en ellos. Actualmente tenemos tres clases en donde los niños son alimentados con la Palabra de Dios. Además, este mes inauguramos los Clubes de Aventureros y Conquistadores, ambos con el nombre Emmanuel, en donde esperamos que los niños desarrollen sus facultades físicas, mentales y espirituales.


Los jóvenes también integran esta Iglesia, amamos a nuestros jóvenes y oramos para que Dios pueda cumplir su voluntad en la vida de ellos. Queremos verlos sirviendo a Dios, superándose académicamente y alcanzado sus metas. Al ver a nuestros jóvenes estamos seguros de que la Iglesia está en buenas manos con esta generación de relevo.


Los adultos aportan destellos especiales a nuestra iglesia, nos marcan el camino que debemos seguir y sirven como ejemplo para los más jóvenes. Ustedes son una pieza importante de acción y motivación para nosotros.


Y por último, en nuestra iglesia hay tesoros especiales, quizá envueltas en bellas canas que hablan elocuentemente de su sabiduría y amor por todos nosotros. Dándonos ejemplo de un servicio incansable para la obra de Dios.


Somos Iglesia cuando niños, jóvenes, adultos y ancianos nos unimos con el propósito de servir a Dios, si alguno de ustedes falta, toda la iglesia lo sentirá. No lo olviden, no se trata de un edificio, se trata de personas que conforman este cuerpo cuya cabeza es Cristo.


Esta es nuestra Iglesia. Con Salvación y Servicio, Stratford será para Cristo.



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