El pasado sábado 06 de Mayo tuvimos nuestro primer sábado saludable del año. Toda la programación estuvo enfocada en el cuidado que debemos tener sobre el Templo de Dios: Nuestro Cuerpo. Que maravilloso como Dios da consejos oportunos, por medio de la Biblia y los escritos de Ellen White, para que nosotros gocemos de buena salud y de esa manera podamos vivir más y mejor.
"La salud es una bendición que se aprecia plenamente sólo después de que se ha perdido. Es mejor prevenir enfermedades que curarlas". (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 15)
En la mañana el tema estuvo a cargo de Vanessa Prato, quien nos retó hacer el mismo compromiso que hizo un jovencito hebreo cuando fue llevado a Babilonia. “Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que le permitiera no contaminarse”. Daniel 1:8. Los cambios nunca son fáciles, y más cuando estos tienen que ver con el estilo de vida y hábitos dañinos que están tan arragaidos en nosotros. Sin embargo, el ejemplo de Daniel es clave para entender que las fuerzas no están en nosotros, sino que provienen de Dios.
"La salud es una posesión preciosa, y su valor se apreciará cada vez más a medida que comprendamos las leyes de la vida y nos esforcemos por obedecerlas". (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 33)
En la tarde, tuvimos un seminario sobre "Salud Integral", impartido por Glorimar Teixeira, allí conocimos los principios fundamentales de la salud integral. Nuestro cuerpo está compuesto de la parte física, emocional, espiritual y mental. Por lo tanto, si no hay un equilibrio en nuestra rutina y si no somos intencionales en cuidar cada una de estas cuatro partes, no estaremos saludables.
"La higiene, la temperancia, el trabajo, la actividad física, el descanso, la confianza en Dios -estos son los remedios. Si los aplicamos correctamente, nos curarán y nos mantendrán saludables". (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 31)
Agradecemos de forma especial a la hermana Sonia Suárez, directora del Ministerio de Obra Misionera y Ayuda a la Comunidad, por su arduo trabajo en la organización de esta actividad y por el amor dedicado en preparar de forma tan linda esa mesa que nos transportó a lo una vez fue el Jardín del Edén.
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